Hemos crecido incorporando muchísima información funcional a un sistema en el que la energía femenina, la energía Yin, quedó postergada, olvidada e incluso, desplazada de la danza holística de las energías Yin y Yang., ponderándose la energía masculina, el Yang, la energía de la productividad, la búsqueda, salir al mundo, la supervivencia, el sustento. Ambas son esenciales para nuestro funcionamiento en el planeta, para nuestra experiencia terrenal. Mientras que la energía Yang nos permite conocer y acercarnos al mundo, la Ying, nos conecta con nuestro interior, con los misterios más profundos de nuestra mente, de nuestra alma, lo que no se ve a simple vista, lo que necesita ser visto con lupa o detenimiento pero que también nos integra. 

Somos un complejo articulado de ambas energías, y ninguna puede existir realmente sin la otra, por más que anulemos o nos pongamos velos para no prestarle atención a alguna. Todos y todas estamos integradas por ambas energías y todos y todas necesitamos de ambas energías, dependiendo del momento de nuestra vida en el que nos encontremos, la situación que se nos esté presentando, etc.

Muchas mujeres (y hombres) fuimos perdiendo el vínculo con nuestra energía Yin y crecimos con nuestra energía Yang mucho más fuerte, más sólida, porque era necesario avanzar, producir, progresar y no estancarse. 

Lo que nunca nos dijeron era que en la energía Yin, había un poder enorme que al activarlo, la energía Yang podía potenciarse aún más. En la energía Yang de salir al mundo, está la magia y la alquimia de la energía Yin que crea todo lo que luego se materializará. 

En éste camino, nos fueron quedando grabados mensajes de forma profunda en nuestro inconsciente, tanto a mujeres como a hombres, en los que el sacrificio, la lucha, la fortaleza, incluso la dureza, eran el único camino, el camino del éxito quizás. Sin mencionar las luchas de poder en las que nos vimos invoclucrad@s.

Vengo trabajando con mujeres que están en búsqueda de volver a vincularse con su energía femenina. Mujeres absolutamente valientes, dispuestas a revisar las emociones que se programaron en su inconsciente como consecuencia de los mensajes recibidos desde su infancia con respecto a ser mujer, la energía femenina (que no pasa por ser o sentirse mujer), la energía de sus úteros, su sexualidad, la forma de vivir el placer, y muchas cosas más. Mujeres dispuestas a sanarse, a revisar y mirar a los ojos a los miedos, los dolores, el asco, la culpa, y recuperar su poder personal para transformarlos en perdón y sanación pura, en amor. Mujeres que no se quieren conformar con lo que le ofrecieron, que quieren más, que quieren más de sí mismas, y están dispuestas a tomar la responsabilidad de su sanación, a decir “ya no quiero ésto y la que lo transforma soy yo”. Mujeres poderosas, lo sepan o no, alquimistas, magas y mágicas. 

Habrá muchas mujeres que no estén en éste camino, que no quieran, que quieran y aún no sepan cómo, que sientan que no pueden, y muchos etcéteras. 

A todas, las que ya activaron su sanación y las que aún están en camino, a todas, las honro y las amo. Cada una tiene su propio curso, y todo proceso es sagrado porque toda alma, todo ser, es Espíritu en experiencia terrenal. 

Estés en el momento del proceso que estés, Gracias Hermana! Por tu vida, por tu historia. 

Y quiero que sepas que siempre es posible seguir mirándote hacia adentro. No te pierdas nada de vos, porque sos única. 

💫Enya💫

#notepierdasnadadevos