• Inicio
  • Blog
  • 10 cosas que logré sanando mi útero
10 cosas que logré sanando mi útero

10 cosas que logré sanando mi útero

Te cuento cómo fue mi proceso de sanación de útero y lo que logré hasta el momento luego de integrar la energía de mi chakra sexual.

Desde siempre estuve muy vinculada con mi energía masculina, con mi polo Yang. Pero sinceramente, no era capaz de notarlo de éste modo. Menos aún, que estaba olvidando mi polo Yin. Al principio por mi falta de conocimiento en términos de energía y de las implicancias de la misma en todo sentido. 

Andaba por el mundo creyendo que todo estaba bien y ordenado conmigo. Sin embargo, podía notar mis patrones de repetición, y principalmente mis bloqueos. Miles de veces me había preguntado por qué no podía por ejemplo, cambiar de trabajo con soltura y fluidez, si ese era mi deseo y sabía que quería vivir nuevas experiencias laborales. O por qué no era capaz de manifestar mis sensaciones, mi sentir, mi opinión incluso en ámbitos no tan íntimos como justamente, un espacio laboral, o reunión casual entre amigos y amigas, si simplemente se trataba de una opinión. Tantas veces dije "a mí me da lo mismo" si alguien me preguntaba o me daba opciones para algo, y sin embargo, no me daba lo mismo. Pero no podía decir la verdad de mi sentir. 

En el artículo anterior "Todo empezó dibujando casas" cuento un poco de mi proceso. Hoy quiero contarte específicamente qué cosas fui logrando luego de trabajar en la energía de mi chakra sexual y útero. 

Se aliviaron mis dolores menstruales. Desde muy chica habìa tenido mes a mes, dolores menstruales muy intensos, esos que te dan ganas de quedarte acostada en la cama todo el dìa, incluso de retorcerte toda para ver si se pasan. Ni frìo, ni calor me servían para aliviar el síntoma, únicamente ibuprofeno o paracetamol que no consumia salvo extrema necesidad. Hoy, se que mi período llega por la fecha y la luna. Vale aclarar que también se aliviaron otros síntomas vulvo - vaginales - uterinos. 

Mejoré la comunicación conmigo misma. Aprendí a escuchar mi cuerpo, a darle lo que necesitaba más allá de los mandatos sociales de "tenés que poder" o "bah, no es para tanto menstruar". No, no es para tanto, pero cuando hay historias de desvalorización y abusos sobre la energía Yin, y no hablo únicamente en mi clan, sino en toda la sociedad, es bastante difícil vivir con placer la menstruación y la genitalidad. Le empecé a dar lo que necesitaba a mi cuerpo en tanto me fuera posible, pero siempre hablándole con amor. 

Me permití descansar más seguido y sin sentir culpa. Confieso que éste logro fue uno de los más costosos. Si hay algo que me caracterizó, hasta que decidí despojarme de eso, fue seguir órdenes establecidas, ser obediente. Sí, necesitaba asegurarme que iba a pertenecer, que no me iba a quedar sola. Pero además entendí que para crear, para disfrutar mi trabajo, era súper necesario permitirme parar. 

Poner límites claros. Lo que quiero lo quiero y lo que no no. Y si no lo quiero, no me digo más que sí sólo por miedo o culpa o búsqueda de aceptación. A veces se trata de un encuentro, otras de un punto de vista. Pero yo decido sobre mi cuerpo y sobre mi campo energético completo. Ojo! ésto también vino con la aceptación de que se me pusieran límites a mí también, y eso está bien y es completamente saludable. 

Dejé de mentirme con respecto a lo que sentía y lo que deseaba. Empecé a ser más honesta conmigo misma, incluso si las sensaciones eran algo oscuras o no polìticamente correctas. Dejé de ponerme en el lugar "políticamente correcto" de la vida y eso trajo consecuencias (aún la trae), ciertas distancias de personas más que nada. Pero me tengo y me tengo leal a mí misma. 

Perdí el miedo al ridículo y a la exposición en general. Éste fue un camino largo, pero seguro. Sabía que si quería dedicarme a ésto y ponerlo en servicio, no podía no mostrarme en redes por ejemplo. Pero no únicamente ésto. Perdí el miedo a participar en conversaciones coloquiales en reuniones, o dar mis puntos de vista en determinadas situaciones o exponer en una conferencia para la Universidad. 

Le di mayor valor a mi trabajo y mi trayectoria profesional. ¡Lo que me costó pone precio a mis servicios una vez que fui mi propia jefa! Di montones de vueltas, subía, bajaba, en pesos, en dólares... pero cuando logré ver el valor de mi servicio completo, cuando ví todo el potencial, pero principalmente cuando reconocí que eso teńia su origen en mis programas de no valoración propia, todo se ordenó. 

Soy más asertiva en la comunicación con otras personas. Perdi el miedo al qué dirán con respecto a mi sentir y pensar. Me apropié por completo de mis sensaciones y pensamientos, entonces, lo que otros pudiesen juzgar al respecto, ya no tenía importancia para mí. Eso mejoró muchísimo mis vínculos, uno de ellos y el más importante para mí en ese entonces, fue mi vínculo con mi mamá, quien respresenta en el plano material a la energía femenina, la que estaba desordenada en mí. Me pude sentir mucho más confiada y segura de transmitir mis ideas y emociones. 

Logré estar en paz con el mayor duelo de mi vida, la muerte de mi hijo. El dolor más grande de mi vida, pero el más maestro al mismo tiempo. Toda la estructura se me desarmó y yo tuve que aprender a vivir con la flexibilidad. Ahora más que nunca. Mi nuevo vìnculo con mi Yin me permitió ordenar ésto de forma más armoniosa, pero además a seguir profundizando en esas cosas que aún no había visto con respecto a mi energía uterina. 

Fui mamá otra vez. Hubo un momento que pensé que no sería posible para mí recibir a otra alma que eligiera vivir una experiencia terrenal. Pero pude, pude porque así lo quise. Fue un ejercicio de muchísima apertura y entrega al Universo y la Tierra y de ejercicio pleno de la humildad como ser humano.

Por supuesto que nada de ésto lo hice sola. El hecho de ser terapeuta no me exime de que en mi propio proceso requiera guía y mentoría de alguien más. Fue un recorrido tan largo como intenso que aún continúa. Y acá estoy... compartiendo con otras mujeres desde mis conocimientos y formación, articulandolo con la experiencia, sabiduría e intuición para que se expanda. 

Si yo pude, todas podemos.

Te cuento cómo fue mi proceso de sanación de útero y lo que logré hasta el momento luego de integrar la energía de mi chakra sexual.

Te puede interesar
Cerrar X